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El hombre ha agotado las inmensas riquezas del mar. Siglos de sobreexplotación de los caladeros

Siglos de sobreexplotación de los caladeros ha provocado la práctica extinción de los grandes peces marinos, ballenas y otras criaturas marinas de gran tamaño, destruyendo los ecosistemas marinos.

Esta afirmación se desprende de un informe de 14 universidades y grupos de científicos internacionales, que han desarrollado una perspectiva histórica del declive de la “salud del mar”. Éstos dibujan un panorama muy diferente del actual en las costas. En nuestros días las ballenas, manatíes, focas y otros grandes animales han desaparecido en la mayoría de lugares de estas costas. La clave de esta desaparición en masa, según los autores, es la explotación por parte de los humanos de los caladeros de pesca desde los tiempos prehistóricos hasta la actualidad. “Virtualmente todas las comunidades costeras fueron dominadas por una gran cantidad de especies de animales de gran tamaño”, afirmó Jeremy Jackson, director del informe. En opinión de este científico, lo que podemos ver en nuestros días es dramáticamente diferente a lo que hubo en tiempos en los que no se explotaban intensivamente los recursos del mar. La desaparición de especies claves como el bacalao y las ostras ha llevado a colapsar los ecosistemas costeros.

Jackson, que pertenece al Scripps Institution of Oceanography de la Universidad de San Diego, ha reunido para realizar estos estudios a historiadores, paleontólogos, arqueólogos y biólogos para crear una visión histórica de la riqueza de los océanos. Han investigado los registros fósiles, archivos históricos, datos arqueológicos y ecológicos de los siglos pasados para registrar los cambios ecológicos que han sufrido los ecosistemas marinos.

Los resultados del estudio sugieren que en un tiempo remoto, sólo en el Caribe, llegó ha haber más de 40 millones de tortugas verdes, y en estuarios como el de la Bahía de Chesapeake, Norteamérica, vivieron ballenas y grandes tiburones. Había tal cantidad de crustáceos que interferían con la navegación. En el caso de las ostras también los datos asombran: en la Bahía de Chesapeake había tantas como para filtrar toda el agua en sólo 3 días.

Estos investigadores afirman que la sobrepesca precede a la contaminación, destrucción de los hábitats, enfermedades y al cambio climático inducido por el hombre. La perspectiva histórica que han dibujado podría sugerir nuevos objetivos en la gestión y restauración de los hábitats costeros.

Esta investigación ha sido publicada en la revista Science.