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En peligro a los cetáceos del Mediterráneo español.

El primer aviso de la presencia de barcos pesqueros utilizando redes ilegales frente a las costas españolas del Mediterráneo vino el día 20 de Abril cuando vararon en aguas de Almería dos ballenas piloto enmalladas en una red de deriva.

Sociedad Española de Cetáceos .

Se trataba de una cría ya muerta y una hembra adulta que se mantenía a su lado. Después de varias horas intentando desenredar a los animales, un grupo de miembros de PROMAR, ONG responsable de la red de asistencia a varamientos en Almería, en la Comunidad Autónoma de Andalucía, consiguió con la ayuda de varios ciudadanos, Guardia Civil y Agentes de Medio Ambiente, desenganchar la cría de ballena muerta y poco a poco guiar a la hembra adulta mar adentro en dirección a una zona donde abundan estos cetáceos en el Mar de Alborán.

Pocos días después, aparecían en el Golfo de Vera dos cachalotes enmallados también en una de estas redes. Afortunadamente en este caso, ambos cachalotes estaban todavía con vida y pudieron ser liberados por la Guardia Civil del Mar de la región de Murcia que colabora desde hace años en la conservación de especies marinas con la Asociación de Naturalistas del Sudeste (ANSE).

Pero estos no son los únicos casos registrados en las últimas semanas. A lo largo de la costa mediterránea, las redes de asistencia a varamientos de especies marinas amenazadas han observado un importante incremento en el numero de delfines y ballenas víctimas de redes de deriva. Asimismo, las flotas pesqueras locales, que colaboran desde hace años con los grupos de investigación y conservación de cetáceos y tortugas de la Sociedad Española de Cetáceos han mostrado su preocupación por la presencia de un gran numero de barcos extranjeros que están utilizando estas redes ilegales en aguas cercanas a la Isla de Alborán.

La presencia de este tipo de redes en aguas de Alborán supone una importante amenaza no solo para especies marinas como cetáceos y tortugas, pero también para la flota pesquera local que sufre las consecuencias de estas pesquerías piratas tanto por la esquilmación no selectiva de los recursos naturales como por el peligro que suponen estas redes para la navegación.

La red pelágica de deriva, llamada también "muro de la muerte" fue introducida por los italianos en el Mediterráneo en los años 80 para la pesca del atún y el pez espada. Debido a la grave esquilmación de los recursos que ocasionaron estas redes en tan solo cinco años de utilización en aguas italianas y francesas, las flotas de estos países iniciaron una progresiva invasión de las aguas costeras españolas. En España, afortunadamente, en cuanto los primeros pesqueros españolas intentaron introducir este arte en el Mediterráneo español, la gran oposición de la flota palangrera y la presión de la organización ecologista internacional Greenpeace consiguió que el Gobierno Español prohibiera la utilización de estas redes en aguas nacionales españolas en 1987. Desde aquel año, la presión de las autoridades españolas ha sido clave para conseguir la prohibición total de las redes de deriva en aguas de la Comunidad Económica Europea.

La presencia de estas flotas piratas en las aguas cercanas a la Isla de Alborán es vista con especial preocupación por los investigadores de la Sociedad Española de Cetáceos debido a la gran importancia de Alborán para la conservación de los cetáceos en la región biogeográfica mediterránea y en Europa. En 1999 la Dirección General de Conservación de la Naturaleza puso en marcha un programa de investigación con varias universidades españolas y la Sociedad Española de Cetáceos con el fin de identificar las áreas de especial interés para la conservación de los cetáceos en el Mediterráneo español. Este programa que llegará a su término a finales de este año ha permitido comprobar la gran relevancia del Mar de Alborán para la conservación de cetáceos y otras especies marinas que se encuentran hoy en peligro.

El Mar de Alborán actúa como una antesala de transición entre el Mediterráneo y el Atlántico. La colisión en esta cuenca de masas oceanográficas de distinta temperatura y salinidad genera corrientes importantes que aumentan la productividad de esta agua. Esta importante productividad junto con la extraordinaria diversidad de especies proporciona unas condiciones idóneas para cetáceos y tortugas marinas que encuentran aquí sus presas en gran abundancia. Además de ofrecer importantes hábitats de migración, las investigación realizadas en el marco del programa de la DGCN muestran la importancia de esta región como corredor de migración que permite a las poblaciones de cetáceos del Mediterráneo evitar un aislamiento genético que supondría una importante amenaza para su conservación.

Las ocho especies de cetáceos mas comunes del Mar de Alborán son, el delfín mular, el delfín común, el delfín listado, el calderón negro, el calderón gris, el zifio de Cuvier, el cachalote y el rorcual común, la segunda ballena mas grande del mundo, que llega a medir unos 25 metros de longitud. Algunas de estas especies, como el delfín mular, el cachalote o el delfín común están incluidas en el Catalogo Nacional de Especies Amenazadas ya que sus poblaciones en el Mediterráneo han sufrido a lo largo de las últimas décadas una importante regresión. Estas especies, son especialmente vulnerables frente a la amenaza de las redes de deriva ya que no consiguen detectarlas.

Según la Sociedad Española de Cetáceos, están en juego las vidas de miles de delfines y tortugas así como decenas de miles de otras especies marinas sin valor comercial que son también capturadas accidentalmente por este tipo de redes. Para aquellas especies más vulnerables, esta tasa de mortandad sería claramente insostenible. La Sociedad Española de Cetáceos, hace por tanto un llamamiento a las autoridades españolas para que se aumenten los controles de este tipo de pesca en aguas españolas con el fin de evitar un desastre ecológico de gran magnitud tanto para la Biodiversidad de nuestros mares como para nuestro sector pesquero.