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Carta abierta a PEDRO L. de MONTENEGRO, un hombra de bien

Mi querido, leal y entrañable Amigo Pedro,

Ciertamente no me esperaba esto de ti como hombre íntegro que siempre has sido, sin trampas en la manga.
Has cruzado la salida para la derradera travesía antes de tiempo, me has pasado por barlovento sin que me dieras tiempo a reaccionar.
Me has dejado tan desventado que no consigo arrancar mi barco.
¡Cuánto te debo y te debe la Vela española!

Gran conocedor de este deporte en todos sus facetas y no digamos ya en la estructura federativa y su organización económica. Siempre dispuesto a ayudar y trabajar desinteresadamente para el Colectivo con la mayor discreción y lealtad dejándome a mí el protagonismo y los galones.

Atisbo que en tu singladura te estarás dirigiendo al encuentro de tu querida y añorada Mariló para reunirte con ella en un puerto seguro donde descansaréis los dos en paz. ¡Gran Matrimonio y ejemplares Padres de familia!

Todo el patrimonio de la RFEV que “hemos” dejado ha sido obra tuya aunque “nuestra” herencia se me atribuya a mi que lo único que he sabido es buscarme excelentes colaboradores, siendo tú el mejor ejemplo.

Me vienen a la cabeza nuestras cenas de matrimonios en el VIPS para comentar y poner en marcha ideas y proyectos nuevos, bien nuestros o de los estupendos compañeros de Directiva que hemos tenido. Lo mismo que nuestras reuniones a la hora de comer una pizza para después irnos a cumplir con nuestras obligaciones profesionales...o incluso los fines de semana sacrificando a nuestras familias. Tantas charlas por teléfono.

Lo que no sé es como va a sobrevivir al concesionario del bar de tu querido Club, el RCNSS al faltarle tus "borracheras" de Coca Cola... o incluso tu consumo de helados...
Cuantos y cuantos recuerdos me viene a la cabeza desde nuestro primer mandato en el entonces domicilio de la Federación en c/ Luis de Salazar.
Hombre de bien, caballero del mar, “a proper sailor “ como diría un anglosajón
Descansa en paz noble e insustituible amigo-

Arturo Delgado