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Nuevo desastre en la regata del Crucero Santanerino

Nuevo desastre en la regata del Crucero Santanerino

Una vez más, los participantes de las clase II y III, las mas numerosas, no completaron el recorrido, lo que va siendo habitual desde hace más de un mes.

El parte para hoy era de vientos variables del cuatro cuadrante, que rolarían al primero para luego hacerlo al tercero; pero siempre soplando con una intensidad que no superaría los 5 nudos. Para complicar la jornada, la marea estaba subiendo hasta las 1700 hora, con lo que esta sería en contra a la salida de la bahía y, nuevamente en contra a la entrada a la misma.

Cuando los cruceros comenzaron a acercarse la zona de salida, el viento no soplaba sobre la bahía santanderina, que se encontraba en calma blanca; tras la salida del Ferry, una ligera brisa del NNE comenzó a marcar un poco en la zona de la salida; en ese momento, sin pensárselo dos veces, el comité comenzó con el procediendo para realizar un recorrido fijo de los del programa de regata, en los que no importa para nada de donde sople el viento, y en el que las balizas se fondean según la latitud y la longitud; para esta ocasión se determinó el 9,1 de los múltiples que figuran en el programa de regatas, recorrido que no se puede acortar a no ser que se envía una zodiac con el comité para tomar las entradas en la baliza nº 2 o en la baliza nº 3, pero esto en impensable en la clase Crucero, al estar todos las embarcaciones al servicio de los J80. En este recorrido, se navega desde la salida en el Club hasta la baliza fondeada en las cercanías de Somo, para desde ella realizar un triángulo, en el Sardinero, que no conduce a nada, y menos con las condiciones meteorológicas reinantes en la tarde del sábado; recorrido en el que distancia a navegar, en línea recta, es de 8,8, dando m.n.; recorrido que favorece enormemente a las embarcaciones que tienen Genaquer y que perjudican a los que navegan con Spy, rompiendo con ello la competición.

Cuando no habían transcurrido cinco minutos de la señal de atención, el viento se encalmó, con lo que se levantó aplazamiento. Tras un tiempo de espera nuevamente el NNE volvió a marcar sobre la zona de Puerto chico, con lo que sin cambiar el recorrido establecido (en el programa de regatas existe el recorrió 22 y, el 33, que hubiesen permitido terminar la regata) se comenzó con el procediendo para la salida de la tirada, dándose esta casi una hora más tarde de los programado, con lo que la nulidad de la regata estaba cantada como consecuencia de la escás intensidad del viento y las mareas contrarias que afectaría al mismo, tanto a la salida como a la entrada, momento en el que el viento dejaría de soplar, impidiendo con ello remontar la vaciante y la entrada en la bahía

La salida se dio desde el Club, con la baliza fondeada sin tener en cuanta el viento reinante, maniobra que como siempre, nada aportó a la competición, ya que se llegaba de un bordo a la primera baliza, convirtiendo el tramo en un desfile, sin posibilidades de regatear.

Nuevamente se dio está a todos los participantes a la vez, con lo que las embarcaciones de más eslora perjudicaron al resto, con las que no compiten, no entendiéndose que se den las salidas en conjunto, para hacer más llamativo la vista a los paseantes, a los que le importa un pimento la Vela, pero que perjudica, y mucho a los que compiten en barcos más pequeños.

La anulación de la tirada estaba cantada antes de comenzarla, lo que ocurrió, después de estar en el agua más de tres horas y media los participantes de las clases II y III; terminado la prueba tan solo algunos de la clase I, con lo que queda perfectamtne4 claro que las distancias que han de navegar los palpitantes han de ser distintas para todas las clases, como también es fundamental que cada clase tenga su salida independiente, lo que no cuesta nada el hacerlo, sobre todo teniendo en cuanta que hoy había 16 embarcaciones en la línea de salida.

La navegación en demanda de la baliza nº 2 fue un desfile a un desacuartela, en el que los barcos que pudieron largar sus Genaquers dominaron el tramo; el siguiente tramo en demanda de la baliza nº 3 fue de ceñida, con dos bordos, siendo el tercero en un través.

En este tramo se puso el sol, con lo que los participantes encendieron sus luces, para hacer una navegación nocturna, lo que le manda madre.

La navegación de la baliza nº 1 a la entrada fue penosa, en el que la vaciante y la falta de viento machacó a las tripulaciones de las clases II y III, que sufrieron, de lo lindo, para remontar la bocana de la bahía sin viento, de noche y con la corriente en contra, convirtiéndose la bahía en una trampa, en la que las tripulaciones no podían hacer nada para salir de ella, al no soplar una sola gota de viento. Con lo que finalmente se anuló la prueba para las clases II y III después de más de tres horas y media.

Mientras que esto le sucedía al crucero, los J80, que realizan sus recorridos dependiendo el viento, pudieron regatear, siendo incomprensible que los crucero tengan que sufrir estos inconvenientes que por otra parte no tienen justificación y que hacen baldíos los esfuerzos de los participantes, y otros puedan dar dos regatas de acuerdo con el viento reinante.

Está claro que con condiciones como las que en estas épocas se dan, con un parte que es fiable en más del 80 por ciento, los cruceros tienen que realizar recorridos que se puedan terminar dentro del horario diurno, con balizas situadas dependiendo del viento, y no en posiciones fijas, y que estos tengan la posibilidad de acortarse cuando las condiciones lo exijan, paro no tener a los palpitantes a la espera del tiempo límite y navegando de noche, como ha ocurrido hoy.

En el momento de publicar esta reseña aún no ha sido publicada la clasificación de los escasos barcos de la clase I que consiguieron terminar.

J.F.M.J.O.