Bares. El puerto y fondeadero más septentrional de la península Ibérica
En la estrecha franja creada por la Estaca de Bares, en su cara oriental se esconde un pequeño pueblo. Una aldea si, pero con una larga historia. Mirando y despidiendo al Cantábrico, surgiendo al norte de una excelente playa encontraréis uno de esos lugares que os dejarán un grato recuerdo, como aquellos que siempre dejan los pueblos con encanto.
Bares aparece citado por primera vez el año 916 en un documento del rey Ordoño II concediendo el señorío de la Vila de Bares y un monasterio al obispo de Mondoñedo Sabarico II.
Su existencia como villa y como puerto se remonta a muchos siglos antes pues era uno de los finales del “camino vello” por el que se trasladaban los minerales extraídos en la cuenca de As Pontes.
Reconocidos arqueólogos gallegos, datan su existencia y fundación en el siglo VII a.C.(puerto probablemente fenicio). Se apoya para corroborar esta hipótesis: en el hallazgo de unas monedas del s. II ó III a.d.C., procedentes de Gades, Abdera y Sex, identificadas como púnicas; unos pequeños capiteles prerromanos “con influencias del arte egipcio”; unas estructuras pertenecientes a una factoría de salazón de época romana dotadas de tres piletas de 3,80 m. de largo, 2,70 m. de ancho y 1,70 m. de alto, realizadas sobre opus signinum con una capa superior de hormigón; y especialmente en la interpretación de las condiciones del dique y las fuentes clásicas griegas y romanas (Avieno, Plinio, Estrabón . . .
Posteriores investigaciones concluyen que los orígenes del dique de abrigo de Bares, son probablemente romanos. La aparición de los recipientes de origen romano para la preparación de salazones; o el descubrimiento de una villa romana y un mosaico de la misma época en la Igrexa Vella de Bares, son sólo algunas de las evidencias que han servido al equipo de la Universidad para reforzar su tesis.
Todo ello, así como el muelle prerromano, hace suponer que fue este un lugar de gran importancia demográfica y comercial.
Este, considerémoslo original puerto, el más septentrional de la Península Ibérica, se encuentra en la estrecha península de siete kilómetros de largo formada por el Cabo de Estaca de Bares, que apuntando a la Mar Océana, marca la finalización del Mar Cantábrico.
Su situación a levante del cabo que le proporciona socaire y abrigo frente a los temporales atlánticos dominantes en la zona (del S al NW), constituye un fondeadero seguro en la bocana de la Ría de O Barqueiro.
El pequeño puerto dentro de una rada semicircular, está protegido por un dique de 275 metros de longitud, por unos 30 metros de ancho en la base y como 6 metros de altura. Construido con miles de las piedras de diorita de gran tamaño, alguna de las cuales llegan a superar las cinco toneladas que forman la estructura geológica del Cabo.
Tendremos que considerar nuestro calado ya que en marea baja las sondas del puerto no exceden del metro.
El fondeadero con tenedero de arena es muy seguro. Muchas embarcaciones encontrando mal estado del tiempo y mar en el cabo o con previsión de temporal, buscan aquí refugio a la espera de una mejor predicción.
Históricamente, las embarcaciones pesqueras tradicionales han varado en esta playa para sus operaciones de carga, descarga, avituallamiento y reparación, entregadas a la pesca de ballena o, más recientemente, a la sardina.