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Galicia. Mucho pescador. Poca trucha.

Escasas capturas en la primera jornada de la temporada de pesca fluvial en los ríos gallegos

Comentarios aparte, dicen los que más saben que el agua fría ha espantado a la pintona en la primera jornada de la campaña de pesca fluvial, que ayer abrió su veda a los miles de pescadores de la Comunidad Gallega, que poblaron los ríos y embalses en busca de la “troita”, tan escasa como en anteriores temporadas. La verdad para nosotros es que son pocas las que pueblan las aguas de la comunidad de los mil ríos.

En Vigo, el embalse de Zamáns es el punto de encuentro estrella de los pescadores de la zona. Algunos consiguieron su pescata tras horas de paciencia y maestría. Aún así, tal y como se esperaba, la trucha es escasa y hay que dejar libres las que no superen la talla mínima de 19 centímetros.
En los cauces del Baixo Miño, poco pez y bastantes cañas.
En los caudales del Deza y del Toxa, donde se congregaron cerca de 400 pescadores, se pudo constatar que, pese al buen tiempo, más que primaveral, el agua todavía está fría el pez busca profundidad y las pescatas pocas. El presidente de la Sociedade de Caza e Pesca de Silleda, José Antonio Pena, reseñaba al término de la jornada que “hasta el mediodía se hicieron muy pocas capturas, la temperatura del agua aún no es la más idónea”.
En Ourense, más de los mismo. Alrededor de 21.000 pescadores, salieron con las cañas y aparejos en la segunda provincia gallega en licencias, por detrás de A Coruña. Ourense dispone de 17 cotos: Os Medos, Allariz, Celanova, Ribadavia, Arenteiro, Montederramo, A Limia, Boborás, A Vega, Támega, Cadós, Conxo y otros sin muerte en Arenteiro, Barbantiño y Cenza.
Desde primera hora, los caudales del Reza, Oira y Alongos fueron los más concurridos del río Miño. Las condiciones meteorológicas fueron un poco frescas por la mañana y a medida que transcurrían las horas el calor fue asfixiante y los caudales fueron buenos. En el río Arenteiro hubo abundantes capturas de truchas medianas de 19 centímetros y casi todos tuvieron su recompensa con hasta seis truchas. Tampoco fue mala la jornada para los pescadores en los ríos de Os Medos, Arnoia, Cachamuiña, Allariz, Celanova, O Mao, A Limia, Viñao, Boborás, A Veiga, Xares y Támega.
El primer día de la temporada de pesca de la trucha en la comarca de Tabeirós-Terra de Montes se cerró con muchos pescadores en los ríos desde las 7.45 horas hasta las 11.00 ó 12.00 horas pero, en general, con pocas capturas. La principal novedad fue la apertura de un tramo sin muerte en el río Umia a su paso por Ribela pero los agentes de Conservación da Natureza que controlaron la zona –pudieron constatar que en él apenas estuvieron 3 deportistas jóvenes, practicando pesca con anzuelo sin arpón y sin cebo natural y devolviendo al río las piezas capturadas. Por lo demás, en los ríos y riachuelos de A Estrada, Forcarei y Cerdedo hubo un buen número de deportistas pero las aguas claras y no demasiado abundantes y el viento que soplaba en la zona dificultaron las capturas. Aún así, el guarda de la Sociedade Deportiva Río Ulla, Ramiro Aller, pudo constatar a pie de río que a media jornada de ayer algunos pescadores ya habían logrado capturar hasta 5 y 6 truchas. Los cebos más utilizados fueron el cebo natural a primera hora y la cucharilla, la pluma y el denominado “coco de cera” cuando la jornada ya estaba más avanzada.

La asociación Pesca Deportiva Arenteiro de Carballiño ofrece a personas con minusvalía la oportunidad de disfrutar de esta actividad, habilita unas plataformas de madera en el cauce del río Arenteiro a su paso por Carballiño. Vicente Crespo Pérez, secretario de Pesca Deportiva Arenteiro, explicó con asombro cómo una persona privada de visión puede desempeñarse con tanta destreza en la pesca. “Monta la caña y prepara el cebo, lanza y cuando pica, la levanta y le da un golpe contra el pecho para saber qué tamaño tiene”. Carballiño es el único punto en el que se organiza este tipo de actividades, que alcanzan su apogeo en los meses de mayo y junio.