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De vuelta a Europa con el cuerpo molido

De vuelta a Europa con el cuerpo molido

Este domingo día 17 de mayo dará comienzo la etapa 7 que devuelve a los equipos a Europa. Será dura, pues, aunque es terreno que todos conocen, las condiciones pueden ser exigentes, con corrientes, anticiclones y potenciales icebergs, y las tripulaciones acusan el cansancio: Pablo Díaz Munio, doctor de la regata, ha realizado ya 218 visitas a tripulantes.

Han pasado ocho meses desde que salieron de Alicante, España, para dar la vuelta al mundo a vela en el evento deportivo más largo que existe. Han cubierto seis etapas -les quedan otras tres-, y atravesado algunos de los océanos más peligrosos del planeta (ver video) y por el camino se han dejado material, huesos, alguna vértebra, así como momentos de éxtasis y desolación. La etapa 7 de 2.800 millas entre Newport (USA) y Lisboa (Portugal), cuya salida tendrá lugar el próximo domingo 17 de mayo a las 20:00 hora española, los devuelve a Europa cruzando el Alántico, pero no por más conocida, será menos complicada. Para algunos es especialmente dura, pues a las exigentes condiciones que este océano puede presentar, su suman las de los propios regatistas tras miles de millas a sus espaldas.

Costillas, vértebras, y algún hueso más...

"Las lesiones osteomusculares están a la orden del día por tripular barcos muy nerviosos, a toda velocidad, a merced de olas grandes y buscando los vientos más fuertes: contusiones, roturas de fibras, algún esguince…", explica Pablo Díaz Munio, doctor de la regata, que lo ha sido también de la alpinista Edurne Pasaban en varias ocasiones. "En lo que llevamos de regata he vistitado a tripulantes en 218 ocasiones por lesiones y enfermedades". En Team SCA, su proa Sophie Ciszek sufrió un aplastamiento de vértebra en la etapa 2, y en Team Vestas Wind Toni Rae realizó la etapa 1 con varias costillas rotas. En el MAPFRE Willy Altadill sufrió una rotura en la mano en la etapa 4, y en Team Brunel Gerd-Jan Poortman se perforó el tímpano. Gajes del oficio con los que hay que saber lidiar. Apretar los dientes, dejarse tratar por el paramédico a bordo, y seguir trabajando. A no ser que sea algo realmente crítico, el barco sigue en marcha hasta la siguiente escala, y la asistencia externa es imposible.

Sin embargo, una de las principales afecciones es silenciosa, y no se ve: "La deshidratación es la enfermedad más frecuente; y la que más consecuencias presenta, pues complica el funcionamiento del resto de los órganos y tejidos", detalla Díaz Munio.

Precisamente Gerd-Jan Poortman, del Team Brunel, será baja en esta etapa por una bursitis del codo, una de las lesiones más habituales en los proa.

Corrientes, icebergs, y anticiclones...

"La etapa 7 es el cruce del Atlántico Norte, un trayecto muy conocido, pero el hecho de que acaben en Lisboa, con el anticiclón de las Azores bloqueándoles el camino, hace que sea diferente al típico cruce", explica Gonzalo Infante, Director del Control de Regata y Meteorología de la Volvo Ocean Race.

Destaca la posibilidad de que se encuentren con viento duro nada más comenzar la etapa 7. "En primavera, en la costa este de Estados Unidos se generan bajas presiones algunas de las cuales se quedan allí antes de dirigirse hacia el Atlántico Norte", continúa. "Podrían encontrarse viento frío y duro del Noreste a pocas millas de la costa".

Además, por el camino les espera así mismo la famosa Corriente del Golfo, que junto a Newport fluye a entre 1,5 y 3 nudos, algo menos de seis km/h en su pico, y hacia al Este. Es decir, en sentido opuesto al que buscan. "Es una especie de cinta transportadora, y cerca de las zonas de más corriente hay remolinos. Tendrán que ir con cuidado, para evitar la corriente en contra. Para ello, hay que observar la superficie del mar constantemente en busca de cambios de color, y comprobar también los cambios de temperatura del agua".

Aunque no es probable encontrárselos, lo cierto es que los icebergs también flotan en el Atlántico Norte, concretamente al sur de Terranova. Llegan allí desde la costa oeste de Groenlandia, y siguen hacia el Sur empujados por la Corriente de Labrador. La Corriente del Golfo hace de barrera para estas masas de hielo, pero aun así pueden llegar a alcanzar la parte oriental del Atlántico Norte. La Patrulla Internacional del Hielo los monitoriza, y en base a su información la dirección de regata ha establecido un área de exclusión.

Más decisivo que los icebergs para el desarrollo de la etapa será el Anticiclón de las Azores, que bloqueará la ruta de la flota a Lisboa, y exigirá la máxima pericia de los navegantes. Rodearlo por el Norte o el Sur, o pasar por el centro, son las tres opciones que se les pueden llegar a plantear.

Se espera que los barcos lleguen a Lisboa entre el 24 y el 27 de mayo. Pero como siempre, Eolo tiene la última palabra.

La regata corta Team Vestas Wind In-Port Race Newport tendrá lugar el sábado día 16 de mayo a las 14:00 hora local, 20:00 en España. Un día más tarde dará comienzo la etapa 7 de 2.800 millas entre Newport (USA) y Lisboa (Portugal).