Ita II primero en Luarca lidera la clase II. Universidad de Oviedo-Grupo Isastur mantiene el liderato de la Vuelta y de la clase I.

De nuevo y como anunciaban los partes meteorológicos, el deseado viento volvió a demorarse en la segunda etapa de la XXXI Regata Vuelta Asturias, que organiza el Club Marítimo Astur de Gijón. A las 12 de la mañana, en aguas de Cudillero el anemómetro apenas marcaba 2 nudos de intensidad. Al igual que en la jornada inaugural, el comité de regatas decidió iniciar la travesía a Luarca a motor en espera de los 6 nudos necesarios para comenzar el procedimiento de salida. No sería hasta hora y media más tarde y, una vez, pasado el cabo de Vidio, cuando el deseado viento, en esta ocasión, del oeste hizo su aparición. A esta altura de la travesía y con aproximadamente 12 millas por delante se inició la prueba.

La inestabilidad tanto en dirección como en intensidad fue la tónica dominante durante todo el recorrido. El viento alcanzó puntas de 10 nudos del noroeste, bajando temporalmente a 4 de componente norte. En la llegada un pozo sin viento provocó que una parte de la flota tardara cerca de 45 minutos en recorrer 400 metros.

En la clase I, el Universidad de Oviedo-Grupo Isatur volvió a demostrar su hegemonía sumando la segunda victoria en su grupo. El Andantino, dirigido por Luis Llano entraría en segunda posición, mientras el Silfo, de José Ángel García sería tercero.

El Ita II, de Pedro Guerra dio la campanada y fue el mejor de la Vuelta Asturias en Luarca. Guerra encontró más presión alejándose de la costa y cruzó la línea de meta en primera posición. La segunda plaza de la clase II fue para el Fortuna III, de Alejandro Cuetos. Por su parte el Leónidas, de Juan Quevedo acabaría tercero.

Hoy al mediodía está prevista la salida de la etapa reina de la Vuelta Asturias 2015, un recorrido de 43 millas entre dos villas muy marineras y con un especial atractivo como son, Luarca y Luanco. Con los partes meteorológicos en la mano, todo apunta a que las condiciones serán muy similares a las dos jornadas precedentes y, por lo tanto, las primeras millas se harán a motor hasta que el rey Eolo despierte.