Moonbeam III, Amorita, Kelpie of Falmouth,Argos y Alba han sido los líderes del día
El calor y la inicial falta de viento han sido los protagonistas de la jornada que se ha llevado a cabo con un recorrido costero de cinco tramos
Cada uno de los veleros es una pieza histórica que patrones y tripulación cuidan con esmero para mantener su espíritu original
El Port Olímpic de Barcelona ha sido el escenario que ha acogido la salida de la segunda jornada de la VIII Regata Puig Vela Clàssica Barcelona. Los veleros han navegado muy cerca de la costa hasta la altura del Hotel Wela, de manera que el público desde el litoral de la ciudad ha podido disfrutar, un día más, de este espectáculo único de joyas náuticas.
Uno de los principales atractivos de la regata es que, por las propias características de la competición, los veleros navegan muy juntos, lo que hace posible a las tripulaciones contemplar muy de cerca las maniobras de navegación de sus competidores y hacer más reñida la regata.
Calor y Brisa
La ola de calor no ha querido perderse la Regata Puig Vela Clàssica Barcelona, que hoy celebraba la segunda jornada. Aunque el viento soplaba puntual y de la buena dirección, Garbí (sur), no lo hacía con la suficiente intensidad para iniciar el procedimiento de salida previsto para las 13 horas, provocando un aplazamiento hasta las 13:40 horas. Entonces, con 7-8 nudos de intensidad la flota iniciaba la regata del día, navegada en un recorrido costero de cinco tramos (través, popa, ceñida, popa, ceñida, descuartelar) y otro de desmarque inicial, que sumaban unas 17 millas de distancia. Pero la caída del viento a 5-6 nudos y el calor insufrible aconsejaba acortar la regata, suprimiendo el último y totalizando 13,7 millas.
Esta mañana el comité organizador decidía recuperar la categoría Big Boats, que en las clasificaciones de ayer puntuaban en la categoría Época Cangreja. Los dos barcos de la saga Moonbeam han vuelto a ofrecer un bonito espectáculo, regateando en modo de match race. Así, en la larga ceñida del tercer tramo, se han repetido varias tandas de viradas marcando uno y desmarcándose el otro, pese a las débiles condiciones del viento. Mientras el Moonbeam IV ganaba la partida en el primer tramo, el Moonbeam III le adelantaba en el segundo e intercambiaban posiciones de nuevo en el siguiente. En la empopada final, de nuevo las prestaciones del Moonbeam III, fruto de su espí asimétrico, le han permitido cruzar la meta en primer lugar y asegurarse también el primer puesto en tiempo compensado, y el liderato en la clasificación general con dos primeros puestos parciales y 2 puntos, frente a los cuatro puntos de su rival, siendo el virtual ganador de la categoría a falta de la última jornada.
El italiano Amorita, hoy primero, y el irlandés Halloween, hoy tercero, han confirmado sus credenciales al triunfo final en Época Marconi. El Amorita (2-1) con 2 puntos lidera la provisional frente al Halloween (1-3) que acumula un punto más, aunque el Sonata no ha tirado la toalla. Recalificado ayer en tercera posición y su quinto puesto de hoy, le sitúa con 8 puntos, acosado por el francés Oiseau de Feu (6-4) con 10 puntos.
El británico Kelpie of Falmouth y el Marigold han intercambiado resultados Época Cangreja. El barco británico hoy ha doblegado en tiempo real y compensado al Marigold, quedando así empatados a tres puntos en la clasificación provisional, quedando pendiente de clasificar algunos barcos de esta flota.
En Clásicos 1, el Argos de nuevo ha completado una gran regata, que le han valido terminar el segundo en tiempo real, pero dominado en tiempo compensado a sus rivales por más de 12 minutos. Con dos primeros puestos en su casillero parcial, domina la general provisional. A 12 minutos del ganador del día, y en un pañuelo de 3 minutos, se clasificaban tres barcos. El francés Emeraude ha sido segundo, mientras que los locales Yanira y Guia copaban la tercera y cuarta plaza respectivamente. Mientras el Argos (1-1) acumula 2 puntos, la pugna por las plazas de podio restantes mañana promete ser intensa. El Emeraude (3-2) con 5 puntos, el Guia (2-4) con 6 puntos y el Yanira (5-3) con 8 puntos partirán hacia el campo de regatas sabedores de la jugada a tres bandas que deberán dirimir.
La flota de Clásicos 2 se ha rendido ante la consistencia del Alba, que tras una mala salida ha puesto pacientemente la quinta marcha para situarse primero y empezar a estirar su ventaja hasta cruzar la llegada 24 minutos antes que el Diana y 30 que el Kanavel. Precisamente ambos perseguidores han mantenido un intenso duelo durante las cuatro horas que han necesitado para completar el recorrido. El Kanavel ha salido de manera impecable, y no ha sido hasta mediada la larga ceñida del tercer tramo que el Diana podía superarlo, aunque su menor rating le exigía sacarle tiempo suficiente para imponerse en la compensación de tiempos. Finalmente, los 5:30 minutos de ventaja no le han bastado, y el Kanavel ha sido segundo en la clasificación final. La combinación de resultados sitúa al Alba (1-1) con 2 puntos, frente a los 5 puntos que atesoran el Kanavel (3-2) y el Diana (2-3) que mañana pondrán toda la carne en el asador para hacerse con el segundo peldaño del podio, o incluso la victoria si el Alba tiene un mal día.
Un David contra decenas de Goliats
Dicen que los grandes perfumes vienen en botes pequeños. Esta bien podría ser la definición del Anne Bonny, un maravilloso velero de únicamente 7.53 metros de eslora que se “cuela” entre los grandes clásicos de la Puig Vela Clàssica Barcelona.
El alma de este barco clásico es el constructor naval Niklaus-Matthias Stoll, un suizo afincado en Cataluña que en 1998 compró los planos originales del diseño 809 creado por el reconocido William FIFE III en 1935.
Una vez adquirido los planos, Niklaus comenzó a construir en su astillero de Palamós esta obra clásica respetando la metodología de los años 30: remaches de bronce y madera africana de caoba . Desde entonces ha construido cuatro réplicas clásicas que preservan el espíritu con el que las creó el gran Fife.
Concretamente el Anne Bonny, en honor a la mítica pirata irlandesa del siglo XVIII, fue botado en 2001 y lleva seis años compitiendo en la regata Puig Vela Clàssica Barcelona.