Yamamay y Gabriela Onofre inicial sumando la temporada de cruceros de Santander
Una vez más la clase realizo un recorrido fijo que nada aporto a la competición.
En esta ocasión 8 fueron las tripulaciones que tomaron parte en la regata, siendo solo cuatro las que terminaron la jornada.
La previsión era que el viento fuese disminuyendo de intensidad a lo parlo de la tarde, lo que no se cumplió, sino que en los últimos momento s de la misma, casi al ocaso, el viento despareció por completo de la superficie de la bahía, con lo que a los participantes les era imposible remontar la fuerte corriente vaciante, la que les hacia navegar hacia atrás. Esta circunstancia obligo a retirarse a 4 de las tripulaciones participantes en la Jornada.
Para lo ocasión se estableció un recorrido nº 8, que comprende una navegación en el interior de la bahía, respetando las balizas de navegación nº 10 y nº 20, para tomar una baliza de caña en las inmediaciones del Puerto Deportivo y otra junto a la Isla de la Torre en la bocana de la bahía.
La salida fue para los de Yamamay y los del Marieta, que consiguieron una eslora de ventaja sobre la flota. A partir la misma, la regata se convirtió, como consecuencia del recorrido marcado en un desfile, al ser todos los tramos de un solo bordo, sin posibilidades de maniobras ni de tácticas.
Lo peor de la jornada fue la inestabilidad del viento que rolo por los cuatro cuadrantes, y la drástica disminución de su intensidad, lo que ocasión que en el último tramo de la tirada las embarcaciones navegasen hacia con la corriente al no ser capaces de remontarla, situación que los barcos más pequeños se les hizo insostenible, siendo el Gabriela Onofre el único de la clase II que consiguió terminar
J.F.M.J.