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Gabriela Onofre en clase III y Yamamay en clase II se hicieron con la victoria en el crucero santanderino

Gabriela Onofre en clase III y Yamamay en clase II se hicieron con la  victoria en el crucero santanderino

El declive de la flota crucero sigue imparable, en esta tirada solo cuatro tripulaciones estuvieron en línea de salida.

Hasta ahora nunca se había enviado a los miembros de la flota de crucero un mensaje para animar la participación de estos en las regatas de los fines de semana, sin embargo esta semana todos han recibido uno para que se animasen a salir en esta tirada, viendo la participación que ha habido este fin de semana, está claro la nula capacidad de convocatoria que tuvo. Es incomprensible que siendo el crucero la clase que más embarcaciones tiene en Santander, solamente cuatro hayan salido a esta regata. Esto debe hacer reflexionar a los dirigentes de la Vela, tanto de la Flota, como del Club, y desde luego de la Federación Cántabra, la que ni esta ni se la espera, para que tomen las medidas necesarias para relanzar la actividad de esta clase, que es la que mas deportistas puede poner en activo, y que en estos momentos, y desde mucho tiempo atrás, desde que Salvador Albiñana estuvo a cargo de la Clase de eso hace ya muchos años, la clase crucero del Marítimo está sumida en una gravísima crisis, lo que desde luego parece ser que a nadie le importa, y mucho menos a la institución que debe velar por este deporte.

 

De nada ha servido esta iniciativa del correo animando al personal, ya que solo han comparecido cuatro tripulaciones en la línea de salida, la participación mas escasa desde hace muchos años, contrastando enormemente con las más de 20 embarcaciones que desde el club de Marina del Cantábrico pone en la cancha cuando organiza sus actividades. Esto tiene que hacer pensar al capitán de flota que algo no función en su manera de llevar a esta, pues tras casi un año en el cargo, la flota cada semana se ve más reducida, lo que demuestra lo erróneo de su gestión.

 

La verdad es que no es de extrañar el escaso tirón que tienen las regatas de crucero de los fines de semana, ya que los recorridos que se celebran son como para no salir, hoy de los cuatro tramos de los que constaba el recorrido, tres eran con viento portantes, siendo solamente uno de ceñida, en la que era imposible tener táctica alguna. Eso, y no otra cosa es lo que desanima a las pocas tripulaciones que van quedando en la flota.

 

Para la tirada el comité determino el recorrido nº 7 del programa de regatas, el que en esta ocasión, y como resultado del escaso viento reinante, que oscilaba entre los tres y los 5 nudos, fue acortado desde la salida.

 

La salida del recorrido, como siempre ocurre cundo no sopla el NE, resulto ser un fiasco ya que la salida se hizo a un desacuartelar.

 

Con unas condiciones que pronosticaban el no poder terminar el recorrido, de hecho, la clase J80 que también competía en esa jornada estuvo con la actividad aplazada gran parte de la tarde, y solo pudo realizar una manga de las dos programadas, sin embargo y a pesar de esas condiciones de escasísimo viento, a los cruceros se les dio la salida sin más, sufriendo los pocos participantes las duras condiciones que esta circunstancia impuso a los participantes, los que sufrieron para completar un recorrido que resulto un desfile.

 

La navegación en el interior de la bahía fue penosa como consecuencia del escaso viento y de la fuerte corriente en contra, lo que ocasiono que se tardase más de 45 minutos para llevar a la bocana de la bahía. Una vez fuera, el tramo que restaba hasta la primera baliza favoreció a la tripulación del Alalunga que porta genaker.

 

Tras la trabuchada para encarar la navegación en demanda de la boya fondeada en los Molinucos, el viento seguía siendo portante de la otra amura. En este tramo su intensidad fue disminuyendo considerablemente, con lo que conseguir hacer portar los Spy con la ola que había se convertía en una misión casi imposible.

 

La navegación final en demanda de la entrada consistió en una ceñida a lo largo de la playa del Sardinero, para tras remontar el palacio de la Magdalena largar los Spy, los que con la corriente a favor hizo que las participantes pudiesen entrar en tiempo

 

La clasificación de la tirada ha sido

 

Clase III: 1º Gagriela Onofre

 

Clase II: 1º Yamamay, 2º Alalunga, 3º Karen V

 

J.F.M.J.O.