Ría de Ferrol. Derrotero.

Costas del Canal de Entrada:
Costa Norte

Nada más remontar cabo Prioriño Chico nos encontramos con el dique de abrigo del puerto exterior del Ferrol que avanza perpendicular a la costa una distancia de 950 m y que resguardaremos convenientemente.
Su extremo está señalizado por baliza roja.
En su interior un extenso muelle de 1.515 m parte normal al dique con su finalización también señalizada por una baliza luminosa.
Esta segunda boya está enfrentada con la boya del Segaño en la vertiente S de la ría.
En la punta de San Cristóbal al ESE del final del muelle exterior existe un faro con luz de sector hoy el gran puerto le resta utilidad aunque continúa en funcionamiento.

Ya por nuestra proa comienza a estrecharse la ría.

Por el N la punta, ruinas del Castillo de San Carlos y su boya .
Tenemos a la vista por la misma banda el Castillo de San Felipe.
Entre San Carlos y San Felipe se encuentran las instalaciones de la estación naval de la Graña, de carácter militar y con prohibición de atracar sin autorización.
La punta del Castillo de San Felipe, las murallas de la fortaleza, y la restinga que despide están balizados por la boya nº 2.
Atención: para los navegantes a vela, el veril de 5m está muy próximo a esta baliza.
Entre el Castillo de San Felipe y la punta más al interior de la ría por esta cara N, la Punta del Vispón, se abre la ensenada de Leuseda, donde fondea la boya del Pereiro.
Esta baliza está en el veril de 10m. Entre la boya y la costa, en un radio de 150 m por el N, tenemos sondas entre 6 y 5 m sobre fondos de piedra.
La Punta del Vispón balizada por la boya nº 6 y abre el acceso a la bahía ferrolana.

Costa Sur
El comienzo de la costa S está dominado por la atalaya de Montefaro (266 m de altura) coronado por grandes antenas que proporcionan una marca excelente para reconocer la entrada, tanto de día por su altura y lo singular de las antenas, como de noche por la iluminación de estas.
Las estribaciones de este monte hacia el W se adentran en la mar terminando en las puntas Coitelada (limpia y navegable muy cercanos a ella) y Segaño, que con 0,5 M de separación forman la ensenada de la playa de Chanteiro, fondable y dominada por la ermita de Chanteiro, templo tardo-románico del s. XIV.
A 0,78M a W de Punta Coitelada en 43º 26.51' N/ 008º 20.044' W fondea la Boya Punta Coitelada.- (Bajo Merloeiras) boya Cardinal W.
En la ensenada sopla con fuerza el viento pero el socaire de Prioriño, Coitelada y Segaño frenan el oleaje.
Podemos fondear en temporada estival en un ambiente tranquilo, alejado de la masificación.
Los fondos de Punta Segaño ya no son tan limpios.
Por su N destaca el islote de la Muela que despide una restinga señalizada por la boya Muela del Segaño.
Desde esta punta la costa sigue rectilínea, avanzando 1,2 M al 075º hasta la Punta San Martín reconocible por las ruinas de su castillo.
Esta ribera no es tan limpia y atracable como su opuesta, aunque las piedras Cantera, Batel, Cabalo y Cabaliño, principales peligros, además de velar en bajamar no llegan a separar más de 75 m de la costa y siempre dentro del veril de 5.
Atención: En el caso de ceñir a vela las tendremos en cuenta en las viradas cerca de esta vertiente.
En el veril de 10 m enfrente a Punta San Martín se encuentra fondeada la boya del mismo nombre y en la punta se ubica el faro que corresponde a la luz anterior de la enfilación que con otro situado a 700 m más atras sirve para navegar libre de la Muela del Segaño.
Atención: esta enfilación apenas se aprecia entrando de noche.
La boya luminosa nº 3 corresponde a la que baliza la punta del Castillo de la Palma del que sobre su punta más saliente se enciende la luz del faro de la Palma.
La Palma termina en Punta Redonda, internándose la costa hacia el S para formar la Ensenada del Baño, buen fondeadero sobre arena y fango.
En la parte más al E de esta ensenada se encuentra la última baliza fondeada de la canal de entrada con el número 6. Se conoce como Boya rompeolas Punta Piteira.
Dobladas las puntas del Vispón y Redonda por el N tendremos el puerto deportivo de A Graña pasando antes por instalaciones militares que distinguiremos por cinco depósitos de color gris.
Es obligatorio darles un resguardo no inferior a 50 m y no está permitido atracar en ellas. Al finalizar estas instalaciones y después de un astillero se encuentra el puerto deportivo de A Graña, con instalaciones bastante antiguas no ofrece muchos servicios a los visitantes y es difícil encontrar plaza para transeúntes.
Este puerto se sitúa enfrente a un espigón con la punta en forma de martillo (Muelle Endesa) donde se descarga carbón.
La dársena de Curuxeiras está antes de la dársena del martillo en la bocana que se forma entre el muelle paralelo al carbonero y el espigón del Arsenal Militar.
Igualmente no dispone de servicios y es muy difícil contactar con el Club de Mar de Ferrol, gestora del puerto.
Hacia el interior, pasada las instalaciones militares, varadero y arsenal existen134 nuevos puntos de amarre para embarcaciones deportivas en la ensenada de Caranza, que se duplicarán hasta 300 en fases posteriores.
El proyecto permitirá acondicionar la zona del espigón, donde se ubicará un “pantalán madre” de 72 metros de largo por dos metros y medio de ancho, del que partirán otros cuatro pantalanes perpendiculares con capacidad para albergar embarcaciones de 6 a 8 metros de eslora.
Sin duda esta nueva obra está destinada para usuarios de la ciudad, con una lista de espera de más de 300 peticiones, y de barcos de motor y pequeños cruceros, ya que las esloras medias de tránsito por datos recabados en los puertos de más recalada es de 40” es decir unos 12 metros.

De la orilla S de la ría de Ferrol destacan las instalaciones del astillero Astano; el muelle/pantalán de la planta de desgasificación cuyos grandes depósitos de color verde se aprecian desde toda la ría, y la Punta Leiras, de donde arranca la ensenada de la coqueta villa marinera de Mugardos.
Mugardos se asienta sobre la playa, que desaparece totalmente en pleamar.
En el N arranca un pequeño muelle que sólo es utilizable para amarrar muy temporalmente mientras dure la marea.
En la pequeña ensenada podemos fondear sobre 4 m de arena y fango el aprovechar alguno de los muertos fondeados.
La villa se adapta a la forma del litoral, y en ella asoman las típicas casas marineras con sus galerías y balconadas. No dejaremos la oportunidad de desembarcar y probar en algún bar del puerto el Pulpo a la Mugardesa, típica forma de preparar el cefalópodo aderezado con pimiento picado, ajo y cebolla frita.