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FAO aprueba PROHIBICIÓN COMERCIO de ATÚN ROJO y RESTRICCIONES en TIBURONES

El atún rojo y los tiburones están en peligro de extinción a causa de la demanda del mercado internacional
Oceana ha valorado el resultado como un paso clave para instar a las Partes Contratantes de CITES a que frenen el declive de estas especies en peligro

La FAO ha dado a conocer esta mañana los resultados de la evaluación realizada por un Panel técnico de expertos sobre las propuestas para la inclusión del atún rojo y distintas especies de tiburones en CITES[1]. El Panel de expertos ha concluido con una evaluación positiva de la propuesta para la inclusión del atún rojo en el Apéndice I de la Convención, que implicaría la prohibición del comercio internacional de esta especie amenazada. Paralelamente, varias especies de tiburones que han sido propuestas para el Apéndice II, a fin de regular su comercio internacional. Oceana afirma que la inclusión de estas especies marinas en los apéndices de CITES es clave para garantizar su conservación.

La evaluación se ha llevado a cabo en el contexto de un Memorándum de Entendimiento acordado por ambas organizaciones en 2006 a fin de evaluar las propuestas relativas a especies acuáticas comerciales. La evaluación, a pesar de centrarse en otros criterios aparte de los puramente biológicos, resulta muy valorada por las Partes Contratantes de CITES a la hora de adoptar una decisión.

El atún rojo: en peligro de extinción, se precisa una prohibición del comercio internacional

La mayoría de los expertos que componen el panel técnico de la FAO han coincidido en que los datos disponibles apoyan la propuesta de Mónaco para incluir el atún rojo en el Apéndice I de CITES, de acuerdo con los niveles de referencia establecidos por los criterios del Convenio. Según Xavier Pastor, Director Ejecutivo de Oceana en Europa: “El resultado del panel de expertos de la FAO es una contribución importante que viene a reforzar los resultados de las evaluaciones científicas. Aunque no se ha alcanzado un consenso total, la mayoría está de acuerdo con que el atún rojo precisa medidas inmediatas y drásticas para su conservación. Este resultado constituye, en definitiva, un paso adelante hacia una prohibición del comercio internacional que garantice la supervivencia de esta especie.”

El atún rojo se encuentra al borde del colapso comercial a causa de la sobreexplotación y la pesca ilegal. La mayoría de las capturas se destinan al comercio internacional para satisfacer una elevada demanda de mercado. La organización responsable de la gestión de estas pesquerías, la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), ha ignorado de forma sistemática su responsabilidad de adoptar medidas adecuadas para revertir la situación.

Recientemente, científicos de ICCAT han calculado que existen grandes probabilidades de que el stock de reproductores de atún rojo haya disminuido hasta niveles inferiores a un 15% de la biomasa de reproductores existente antes de la explotación comercial. Este dato por sí solo, calculado de acuerdo con los requerimientos de CITES para evaluar el declive de las poblaciones de especies acuáticas comerciales, cumple los criterios definidos para una prohibición del comercio internacional.

A pesar de ello, ICCAT ha acordado una cuota de 13.500 toneladas para el stock Este, que no garantizan la recuperación del stock y que, además, perpetúan la pesca ilegal.

Oceana y MarViva afirman que actualmente no existe ningún argumento en contra de la inclusión de esta especie amenazada en el Apéndice I de CITES, una medida que, según las organizaciones de conservación marina, constituye la única posibilidad para preservar la especie.

La FAO también ha llevado a cabo una revisión de ocho especies de tiburones que han sido propuestas para el Apéndice II, lo que permitiría continuar con su comercio internacional, pero manteniéndolo en niveles sostenibles. Oceana valora muy positivamente el resultado positivo de la evaluación de la FAO para muchas de las especies de tiburones, pero se muestra en desacuerdo con la evaluación de la mielga.

La FAO ha recomendado la inclusión del cailón, el jaquetón oceánico y la cornuda común. La cornuda gigante y cornuda cruz también han sido propuestas para el Apéndice II en su calidad de “especies semejantes”, debido a la dificultad de distinguir estas especies de las cornudas comunes en la presentación para comercialización. Sin embargo, el tiburón arenero y el tiburón trozo, también propuestos dentro del grupo de “especies semejantes”, no han sido recomendadas por la FAO

Todas las poblaciones de estas especies han sufrido descensos significativos debido al comercio internacional y a la demanda de su carne, aletas y aceite, por lo que cumplen los requisitos necesarios para su inclusión en el Apéndice II de CITES. “El comercio internacional de aletas de tiburón constituye una de las principales causas del declive de muchas especies de tiburones, y sin control, este simple hecho podría constituir el fin de estos grandes predadores. Las medidas comerciales que contempla el Convenio CITES constituyen la mejor herramienta para asegurar que esto no suceda“, ha declarado Ricardo Aguilar, Director Científico de Oceana en Europa.

La FAO no ha recomendado la inclusión de la mielga en el Apéndice II del Convenio. Ocena insiste en que la demanda del mercado internacional de esta especie por su carne, de alto valor comercial, y el declive que han experimentado sus poblaciones hacen imprescindible la inclusión en CITES. Casi todos los stocks del hemisferio Norte se han visto reducidas a un 10-30% de sus niveles de referencia y se estima que los stocks del hemisferio sur podrían afrontar declives similares en un futuro próximo. Oceana insta a las Partes Contratantes de CITES a que incluyan la mielga en el Apéndice II de CITES.

Un nuevo enfoque para las especies comerciales de peces

CITES provee un marco legal mundial para regular y controlar el comercio de animales y plantas. Las especies se proponen para su inclusión en los Apéndices de este Convenio una vez que el comercio internacional las ha situado en riesgo de extinción. Muy pocas especies acuáticas capturadas con fines comerciales han sido incluidas en él, ya que las Partes Contratantes involucradas en su comercio son reacias a imponer medidas o limitaciones. Sin embargo, Oceana señala que CITES es un instrumento de conservación válido y necesario para aquellas especies acuáticas cuya desaparición está ligada al comercio internacional, y un complemento necesario a la gestión sostenible de las pesquerías.

Xavier Pastor, Director Ejecutivo de Oceana en Europa, ha resaltado la importancia de incluir estas especies en los Apéndices de CITES: “Existe una aceptación general de la situación en la que se encuentra gran número de especies terrestres en peligro de extinción., como puede ser el caso de los grandes mamíferos como elefantes o los tigres. Sin embargo, en un mundo donde la biodiversidad marina está desapareciendo, donde se estima que el 90% de los grandes predadores oceánicos se han desvanecido, no existe la misma percepción para estas magníficas criaturas. Los tiburones y el atún rojo, algunas de las especies más emblemáticas de nuestros océanos, están siendo llevadas a la desaparición por el comercio internacional. La disminución de las poblaciones se enmarca perfectamente en los criterios biológicos definidos para su inclusión den CITES. Esta es la única consideración que ha de ser tenida en cuenta por aquellos que toman las decisiones.”

Actualmente se está debatiendo una posición común para CITES en el seno de la Unión Europea, que será defendida en la próxima reunión de las Partes Contratantes de CITES que tendrá lugar el próximo mes de Marzo en Doha (Qatar).