Portada ›› Vela ›› Solitarios y A2 ›› Vendée Globe. Jérémie Beyou: “Creo ser capaz de hacerlo bien”

Vendée Globe. Jérémie Beyou: “Creo ser capaz de hacerlo bien”

Vendée Globe. Jérémie Beyou: “Creo ser capaz de hacerlo bien”

Forzado a retirarse en 2008-2009, Jérémie Beyou (Maître CoQ) vuelve este año con un traje de vencedor potencial y tiene la firme intención de confirmarlo.

Explíquenos su trayectoria.
Hice mucha vela ligera, prácticamente únicamente en solitario y en Optimist, y paralelamente hice mucho crucero con tripulación. Después me orienté hacia el crucero en solitario con la Solitaire du Figaro cuando tenía unos 20 años y me dediqué en serio a eso durante nueve años antes de ganar la Solitaire. A partir de 2003, empecé a navegar en barcos grandes, corriendo una Jacques Vabre con Vincent Riou en el PRB, y también multicascos con Banque Pop’, y eso me dio un empujón. Pero al final volví a la Solitaire.

¿De dónde le viene esa pasión por la vela?
Ha habido tres personas clave. Primero, mi padre, con quien hacía cruceros a bordo del pequeño barco familiar. La pasión por el mar, fue mi padre quien me la transmitió. Después, la pasión por la competición se la debo a Bruno Jourdren. Me dio un buen empujón, fue mi primer entrenador de competición en Optimist. Es un campeón, fue campeón del mundo, campeón de Europa y estuvo en los Juegos Olímpicos, con eso está todo dicho. Y añado a Gainbert que fue mi coach en Carantec. Esa gente hizo que me gustara la competición.

¿Cómo es la vida de un patrón?
En un año pre-Vendée Globe como este, nos centramos mucho en los entrenamientos físicos, la preparación del barco y la meteorología. Por ejemplo, un día típico: por la mañana me gusta acompañar a mis hijos al colegio. Después voy a la base técnica y trabajamos en el barco. Por la tarde, salgo a navegar para volver tranquilamente por la noche. Ese es un ejemplo perfecto, e intentamos intercalar un poco de deporte.

¿Cómo lo compagina con la vida de familia?
Intento estar allí por la mañana para preparar a mis hijos a ir al colegio, e intento estar allí por la tarde, hacia las 7 o 7,30, para poder cenar con ellos o al menos poder leerles un cuento antes de ir a la cama. Ahora a veces los entrenamientos se hacen de noche y hay regatas de pretemporada, o sea que al final sí que estamos tiempo ausentes y no solo durante el periodo de las regatas. Estamos fuera casi la mitad del año, sea en periodos cortos o en periodos largos como la Vendée Globe. Nuestra vida es así, o sea que cuando estamos con la familia hay que aprovecharlo al máximo.

¿Qué le ha llevado a participar en la Vendée Globe por segunda vez?
Lo que me atrae es el reto deportivo. Me figuraba que en esta Vendée 2012 habría un gran nivel y mucha competencia deportiva en la salida. Por eso no quería no estar allí, sobre todo porque es una regata en la que me sentí muy bien la última vez y en la que creo ser capaz de hacerlo bien.

¿Está impaciente por salir o tiene un poco de estrés?
Estoy tranquilo en el sentido de que hemos hecho toda la preparación prevista y lo hemos hecho en los plazos previstos. Ahora empieza un periodo un poco más de reposo, porque hemos forzado mucho al barco durante las navegaciones y las concentraciones, y también a la persona. Por eso ahora estamos en una pequeña fase de recuperación, antes de afrontar los últimos diez días en Les Sables, cuando habrá mucha gente y muchas peticiones, o sea que la tensión y el estrés aumentarán unos días antes de la salida. Pero por ahora estoy más bien contento del trabajo realizado y estoy relajado.

¿Se siente revanchista respecto de la pasada edición, cuando tuvo que retirarse?
En absoluto. Hemos entendido todo lo que pasó entonces y después he tenido momentos buenos en el mar y victorias, y creo que eso me ha ido bien. Si después del 2008 no hubiera corrido ninguna regata y esta Vendée fuera la única regata desde entonces, quizá habría ese tipo de sentimiento, pero han pasado tantas cosas desde entonces que es algo que me parece ya muy lejano.

¿Ha cambiado algo respecto de la preparación de 2008?
Ha cambiado mucho porque no es el mismo proyecto. Tenemos el barco desde hace un poco menos de un año, mientras que entonces era un barco que habíamos construido. Por eso el funcionamiento técnico del equipo y los objetivos son radicalmente distintos. Ahora nos apoyamos en un barco existente que tiene un buen palmarés y que se sabe el camino, como quien dice. No hemos tenido preocupaciones en este sentido. Hemos intentado navegar más con el barco que la vez anterior y no tanto intentar desarrollarlo o modificarlo. El timing que teníamos tampoco nos permitía hacerlo y eso marca una línea de conducta al proyecto y al equipo. Así, vamos directamente a lo esencial y por eso la preparación es más sencilla.

Jérémie Beyou Mont-Ventoux vélo¿Cuál es su objetivo?
Soy un competidor, eso está claro, por lo que nunca me hubiera inscrito en la Vendée Globe si no estuviera convencido de tener alguna posibilidad de ganar la regata, porque no vengo a la Vendée para ir a la aventura. Sé como todo el mundo que eso puede acabar antes de lo previsto, chocando con algo en el mar, por ejemplo. También sé que están los rivales y que aunque intente las mejores opciones, no siempre funciona. Me preparo para ser capaz de navegar entre los cinco primeros.

¿Cómo se siente cuando faltan tres semanas para la salida?
He hecho una buena preparación física desde principios de año y sobre todo desde este verano. Desde finales de agosto he navegado mucho, por lo que paso menos tiempo con la bicicleta o en la sala de musculación, pero me siento bien. En este aspecto, estoy bien. Además, hasta la salida navegaremos un poco menos. Será el momento de hacer algunos kilómetros en bici para mantener la forma, y también para disfrutar.

¿Cuál es su mejor recuerdo en el mar?
¡Uf! Mi mejor recuerdo, no sé si sabré decirlo, porque hay tantos (risas). Muchas veces solo nos acordamos de los triunfos, por lo que le diría que las llegadas de etapa de la Solitaire du Figaro el año pasado, y también la llegada de la Jacques Vabre con Jean-Pierre (Dick) en Costa Rica el año pasado, pero hay tantos buenos momentos en el mar que es difícil elegir uno.

¿Y el peor recuerdo?
El cerebro humano está bien hecho, y tiene tendencia a olvidar. Los momentos más complicados no tienen por qué ser cuando uno está solo, sino más bien cuando hay gente alrededor que tiene averías, porque no se sabe muy bien en qué estado está el barco. Hubo un momento, en el 98 si no me equivoco, cuando en la Figaro Jourdain se dirigió hacia la costa, de noche, en el País de Gales, con una niebla que se cortaba y yo no tenía noticias; no sabía si estaba en su barco. Yo no estaba bien y temía que se hubiera ahogado. Fue un momento de angustia que aún recuerdo.

Pasará la Navidad y el Año Nuevo en el mar. ¿No es muy difícil vivir esos momentos lejos de la familia?
Para mí, no. Creo que es más difícil para los que se quedan. Esos días seguro que serán especiales para mi mujer y mis hijos. Yo no me quejaré, he elegido estar allí. Creo que mis hijos seguro que preferirían estar con su padre, pero esas cosas pasan.

Tres meses en el mar son muchos. ¿Cómo gestionará la soledad?
Eso no me preocupa. Incluso en tierra tengo muchos momentos de soledad. Para apreciar a los demás, necesito encontrarme solo. No es una cosa que tema. Me siento a gusto solo con mi barco y para mí, ya es un poco como una segunda piel. No es algo que tema, sino que espero (risas).

Jérémie Beyou¿Cuáles son sus pasatiempos en el mar?
Estaré muy ocupado. Si llego a encontrar un pasatiempo será porque he hecho bien el trabajo, que habré comido, dormido y que me habré ocupado del barco, o sea que al final no hay tantos momentos como eso. A mí lo que me gusta es tener noticias de tierra, saber cosas de mis próximos, y también de la actualidad deportiva. Me gusta tener pequeños resúmenes con los resultados deportivos del fin de semana.

¿Ha notado alguna evolución a nivel de comodidad en los barcos en los últimos cuatro años, sobre todo en la ropa?
Depende de las marcas. Yo estoy muy bien con Musto, me escuchan para evolucionar los productos con nuestros consejos y gracias a esto, tenemos ropa de calidad desde el punto de vista de protección tanto contra la humedad como contra el frío. Ya estaba muy bien hace cuatro años, y ha mejorado un poco, aunque no haya grandes innovaciones. En cambio, la comodidad de los barcos en general ha empeorado, porque el nivel del rendimiento sube y una de las primeras cosas que se suprimen son los sillones, las mesas de cartas, por lo que nos tenemos que espabilar como sea.

Muchos navegantes subrayan que en un barco hay mucho ruido. ¿Cómo lo lleva?
Te aguantas, aunque hay momentos en que estás más estresado, porque el barco va rápido y uno quiere aislarse del ruido. Entonces me pongo un casco antirruido y ayuda un poco; pero en general es bueno escuchar el ruido y no aislarse de la realidad. No me angustia especialmente.

¿Qué es lo que echará de menos?
La familia y los próximos, claro. Pero es algo que hemos preparado entre nosotros, e intentaremos vivir lo mejor posible cada uno por su lado.

 

“Quiero seguir en IMOCA”

 

¿Cada cuánto contactará con sus próximos?
Con bastante regularidad, pero no cada noche. Con mi mujer estamos acostumbrados a que me vaya, pero cuando lo necesitamos, nos llamamos, no tenemos ninguna regla al respecto. A veces es por teléfono, a veces es por escrito. Me gusta estar al día de lo que pasa en tierra, saber cosas de la vida de cada día, de la escuela, del trabajo, etc. En cambio, me parece que ella no tiene necesidad de saber todo lo que pasa a bordo, porque muchas veces no es fácil, por lo que no quiero tenerla cada noche al teléfono para quejarme. Hay que ir con mucho cuidado con eso.

¿Al cabo del día, cuánto tiempo lo pasa en contacto con tierra?
Bastante tiempo entre la familia, los próximos, los patrocinadores y los medios de comunicación. No hay día que no suene el teléfono.

La Vendée Globe es una regata alrededor del mundo. ¿Hay lugares que tenga ganas de volver a ver?
El océano Austral, aunque una vez estás en él, tienes ganas de salir. Por otra parte, las navegaciones con los alisios bajo el sol siempre son agradables. Todos los sitios bajando después de las calmas ecuatoriales son también muy agradables. Hace buen tiempo, el barco vuelve a acelerar, se está bien y son momentos de transición agradables.

¿Y cuáles son los lugares que teme?
La entrada en el Índico después del Atlántico, las transiciones son muy rápidas, se pasa muy rápidamente de un clima templado o tropical a un clima polar, y los fenómenos meteorológicos que lo acompañan son también muy violentos, muy radicales en los cambios. No son los mejores momentos, hace frío y hay viento. A menudo es en estos lugares donde hay una mar horrible y donde se producen muchas roturas.

240812- Shooting helico au large de Bell-île, 60 pieds IMOCA Maitre CoQ skippé par Jérémie Beyou, entrainement pour le Vendée GlCómo patrón, ¿le afecta el respeto al medio ambiente y el desarrollo sostenible?
Como patrón, sí; pero creo que hoy le preocupa a todo el mundo. No tengo la impresión de que esto nos preocupe más que a los demás. Hoy nadie tira nada por la borda, aunque nunca he conocido a nadie que lo hiciera. El desarrollo sostenible es como una segunda piel. Cuanto menos peso, mejor rendimiento, o sea que el concepto de la ecología es también una cuestión de velocidad. No somos grandes consumidores. Ponemos en práctica técnicas que permiten ahorrar mucha energía y al final estando en mar consumimos mucho menos. Como mucho consumimos 200 litros de gasoil, mientras que si estuviera en tierra, la calefacción, el calentador, el coche, el cálculo se hace rápido.

¿Ve que el estado del mar se degrada con los años?
Tuve la sensación de verlo degradar mucho con plásticos, sobre todo al principio de los años 2000, pero hoy tengo la impresión de que mejora, o al menos de que no empeora. Sea porque me he acostumbrado a ver plásticos, sea porque efectivamente mejora. Incluso las playas están mucho más limpias y tengo la impresión de que se es más consciente sobre el litoral y sobre los residuos. En cambio, notas que sigue habiendo la contaminación del petróleo. Pasamos manchas de gasoil, etc.

¿Ya sabe qué hará al volver?
Tengo muchas ganas de seguir en IMOCA y de correr la Jacques Vabre en 2013. Sé que también volveré a la Solitaire du Figaro. Tengo ganas de volver al MOD 70 porque tuve una gran experiencia con Michel (Desjoyeaux), o sea que si puedo embarcarme, no lo dudaré. Y también me atrae la Volvo (Ocean Race).