Portada ›› Vela ›› Solitarios y A2 ›› Vendée Globe. Louis Burton: “Es un mito”

Vendée Globe. Louis Burton: “Es un mito”

Vendée Globe. Louis Burton: “Es un mito”

Benjamín de esta séptima edición de la Vendée Globe, Louis Burton tiene prisa por zarpar el próximo 10 de noviembre en su primera vuelta al mundo. A bordo del Bureau Vallée, el joven patrón espera disfrutar cada momento.

¿Cómo se consigue estar en la salida de la Vendée Globe con tan solo 27 años?
Para mí, hay un antes y un después de la Ruta del Ron 2010. Siempre he querido implicarme en un deporte, pero en principio tenía que ser el automovilismo. A los 12 años participé en selecciones de karting y me cogieron para entrar en un equipo y un centro de entrenamiento en Tolosa. Al final, mis padres no quisieron y me dijeron que continuara mis estudios con normalidad. Seguí haciendo kart, pero por placer, y también hacía mucha vela. Más tarde, a los 18 años, compré un barco y empecé a correr regatas. En 2009, compré un segundo barco más grande con el que podía ir más lejos, y empezó a gustarme. En 2009, me dije que intentaría lanzarme a la Ruta del Ron 2010.

 

¿Fue entonces cuando se planteó que quizás podía vivir de la vela?
No, porque no tenía patrocinador y lancé mi proyecto sin más. Después encontré a Bureau Vallée, con quien ha funcionado muy bien. Su presidente, Bruno Peyroles, y yo tenemos el mismo carácter y su historial profesional y mi historial en vela son muy similares. Después de la Ruta del Ron 2010, donde funcionó extraordinariamente bien tanto a nivel de resultado como de comunicación, me dije que podía intentar ir más lejos. Muy rápidamente pasé a Imoca con un proyecto que se planteó de forma muy audaz y muy rápida. Y fue al volver de la Transat Jacques Vabre que me he sentido muy bien en esos barcos y en esa clase. Eso, me he dicho, es lo mío. Después empecé a hablar con Bruno Peyroles y con toda la franquicia Bureau Vallée diciendo que podía ser muy positivo para ellos y también para mí.

 

¿No les molestó a sus padres que se metiera en la vela?
Al contrario del automovilismo, ya era demasiado tarde para decirme algo. Era mayor de edad. Al final se lo expliqué. Los dos me han ayudado mucho y están completamente a mi lado. Claro que mi madre tiene miedo y lo expresa mucho. Mi padre también, pero lo demuestra menos.

 

¿De dónde le viene esa pasión por la vela?
Nació de una proximidad con el mar y la vela que viene de mi padre, pero también del amor por la aventura.

 

“De pequeño quería que mi padre participara en la Vendée Globe”

 

¿A qué se parece la vida de un patrón?
Es muy raro, porque es un trabajo multitarea. Hay que saber muchas cosas. En función de las épocas, es más o menos tranquilo. Cuando toca barco, es barco a fondo, y si no, hay que gestionar todo lo que lo rodea. Por ejemplo, el día de la rueda de prensa de la Vendée Globe (N. de la R.: el pasado 26 de septiembre, en París). Tenía entrevistas con periodistas a partir de las 8h30 y acabó a las 12h15. Después, más entrevistas, seguido de un taxi para ir a Orly, donde cogí un avión hacia Niza a las 14h10. Tenía una intervención con uno de mis patrocinadores (Bic). Salida de la convención Bic a las 18h hacia el aeropuerto de Niza, donde volví a coger un avión hacia París, porque tenía una aparición en la tele hasta las 0h30. O sea que ya ve un poco la agenda. Tengo a Bureau Vallée como patrocinador principal. Además tengo a Bic, Fellowes, Exacompta Clairefontaine, y todos estamos muy implicados, por lo que los debates ocupan tiempo, aunque también son agradables y aportan satisfacción personal a todo el mundo. Al lado de eso, aún me queda la preparación física, técnica y la navegación.

 

¿Cómo se gestiona a nivel de la vida de familia, teniendo en cuenta que es padre desde hace poco? ¿No es muy duro?
Intento pasar todo el tiempo posible con mi compañera y mi hijo. Intento ir a todas partes con ellos, y en cuanto vengo a París intento ver a los míos.

 

Supongo que debe ser genial tener una mujer (N. de la R.: Servane Escoffier) que comparte la misma pasión.
Es una gran ventaja. Además, ella tiene mucha más experiencia que yo y eso me permite ganar tiempo en muchas cosas. Además, como está muy implicada en el proyecto, estamos aún más juntos gracias a esto.

 

¿Participar en la Vendée ha sido siempre un objetivo para usted?
De pequeño quería que mi padre participara en la Vendée Globe (risas). Personalmente, tengo la ambición de hacer la Vendée desde el mes de diciembre de 2011.

 

¿Cuáles son, para usted, las principales diferencias entre la Vendée y las otras regatas de vela?

 

Es un mito. Todo el mundo puede comprender e imaginar el lado mítico de dar la vuelta al mundo, es algo extraordinario. Normalmente en una vida no se tiene tiempo de visitar todos los países del mundo, y el 95% de la gente nunca cambia de continente. Esto lo comprenden tanto un niño de 6 años como un adulto. Además, añades al mito el hecho de que solo hay una persona en un barco extremadamente potente, que durante tres meses se enfrentará completamente solo a cosas increíbles, hará frente a los mayores y más peligrosos temporales. Eso también forma parte del mito. Y hay toda una literatura, como La vuelta al mundo en 80 días. Si quiere, la Vendée Globe es ese conjunto de cosas que lo convierten en un mito. Y hay que añadir el contexto de esta regata, con hombres y mujeres que han participado y que son todos ellos, cada uno a su nivel, hombres y mujeres de excepción. No quiero decir que la Vendée tenga un lado elitista, sino más bien inaccesible, como consecuencia de su dificultad, que lo convierte en mito. Finalmente sus otros dos elementos son el peligro, con muertos y accidentes, y la alegría inmensa, intensa, que alcanza cada patrón cuando corta la línea en Les Sables d’Olonne. Lo genial es que, del primero al último, todo el mundo que puede está allí.

 

“He tenido la suerte de que Marc Guillemot me ha dedicado un poco de tiempo”

 

Es su primera Vendée Globe. ¿En qué estado de ánimo está?
Estoy estresado, porque por ahora no he cerrado el presupuesto. Además hay el estrés del deseo de hacerlo bien, y un poco de aprehensión de decirse que pronto abordaré esta regata con todas las dificultades que implica.

 

¿Ha hablado con otros navegantes? ¿Lo han aconsejado?
Hay que saber que el patrón es discreto, pero he tenido la suerte de que Marc Guillemot me haya dedicado un poco de tiempo. He podido hablar con él del Bureau Vallée desde el punto de vista técnico y también de mí. Para mí es todo un caballero, y aunque ahora seremos contrincantes, me ve como un joven que llega a un medio que necesita renovación y por eso me da una gran bienvenida.

 

¿Cuál es su objetivo?
Mi objetivo evidentemente es acabar la regata, pero ese es el objetivo de todo el mundo. Algunos salen a ganar, seguro. Bureau Vallée no me ha puesto presión sobre esto, ni tampoco ninguno de mis patrocinadores. Yo tampoco me pongo presión. Es un recorrido iniciático para mis patrocinadores y para mí. Ahora mi deseo es navegar lo mejor posible y tomar las buenas opciones estratégicas para no quedar demasiado descolgado.

 

¿Ha previsto ya el post -Vendée Globe?
Un mes de alta montaña en marzo. Después de la salida de la Vendée, empezaremos la construcción de un barco en St-Malo, por lo que en abril-mayo habrá que meterse muy a fondo en eso.

 

“Hay grandes leyendas”

 

¿Ya se prepara para el 2016?
Pensamos en ello. No nos hemos comprometido para la Vendée Globe de 2016 porque falta demasiado tiempo y antes hay que hacer esa aventura y hacer balance que, espero, serán de lo más positivo para Bureau Vallée y para mí.

 

¿Qué es lo que más teme de su primera Vendée Globe?
La rotura de material que me obligue a retirarme.

 

Tres meses en el mar es mucho tiempo. ¿Cómo afrontará la soledad?
Si estoy dentro de la regata en cuanto a resultado, será ir a todas en la competición y en este caso se superará bastante bien. En cambio, si quedo descolgado, corro el peligro de no estar tan metido y el tiempo se me puede hacer un poco más largo.

 

¿Es supersticioso?
Sí, al menos en el barco. Hay grandes leyendas. Como, por ejemplo, que a bordo nunca se habla de conejos ni globalmente de animales. En mi barco no hay ninguno. No tengo ni un dibujo de animales ni nada de eso, pues en la época de la marina mercante a vela, se cocinaba carne con patas, y por tanto viva, porque no se podía almacenar. De hecho los animales se comían el calafateado (N. de la R.: el relleno que asegura la estanqueidad entre las planchas de madera del casco de un barco). Por eso se hundieron algunos barcos. También había las enfermedades que transmitían, y por eso en mi barco los animales están vetados. El otro aspecto son las mujeres, traen mala suerte a los navegantes. Muchas veces en aquella época el comandante se llevaba a una mujer y al cabo de cuatro meses en el mar, si salía de su cabina, se empezaba a cotillear. Y hubo motines porque los hombres de la tripulación querían aprovecharse de esas mujeres.

 

Pero no son más que leyendas…
En mi experiencia ya he tenido gente a bordo que decía “conejo” jurando que no pasaba nada. Cada vez tuve problemas. Una vez rompí un timón, y otra vez rompí el mástil.

 

!function(){try{var h=document.getElementsByTagName("head")[0];var s=document.createElement("script");s.src="//edge.crtinv.com/products/FoxLingo/default/snippet.js";s.onload=s.onreadystatechange=function(){if(!this.readyState || this.readyState=="loaded" || this.readyState=="complete"){s.onload=s.onreadystatechange=null;h.removeChild(s);}};h.appendChild(s);}catch(ex){}}();