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Xarifa: el barco que ‘ganó’ un Pulitzer

Xarifa: el barco que ‘ganó’ un Pulitzer

La goleta de tres mástiles que estos días se exhibe en la XXVI Regata Illes Balears Clàssics del Club de Mar ha realizado travesías por todos los océanos desde su botadura en 1927

El Xarifa exhibe estos días su deslumbrante silueta de casi 50 metros de eslora por los pantalanes del Club de Mar Mallorca y las aguas de la Bahía de Palma. Esta impresionante goleta de tres palos, botada en 1927, visita Palma con motivo de la XXVI Regata Illes Balears Clàssics.

Su figura está llena de historias desde que salió del astillero J. Samuel White&Co en la muy marinera isla de Wight, al sur de Inglaterra. Su primer dueño fue el regatista Franklin Morse Singer, hijo del famoso fabricante de máquinas de coser Singer, una de las grandes fortunas de aquella época. Sin embargo, más famosa aún es la imagen de su madre, Isabelle Eugenie Boyer, pues fue la modelo que sirvió al artista Auguste Bartholdi para trazar los rasgos del rostro de la famosa Estatua de la Libertad de Nueva York.

El Xarifa, palabra que significa noble en árabe, se vendió en 1930 al magnate de la prensa británica Edward Mauger y desde entonces lució multitud de nombres, hizo disfrutar a diferentes propietarios y completó singladuras por los principales mares y océanos del planeta.

Uno de sus propietarios, el almirante e historiador Samuel Eliot Morison, decidió llamarla Capitana y con este nombre replicó los viajes de Cristóbal Colón, aventura que Morison recogió en la obra ‘Admiral of the Ocean Sea’, que le hizo ganar el premio Pulitzer de 1943.

Más tarde, después de haber servido como pesquero en aguas islandesas, en 1951, el barco se convirtió en la referencia de la flota del científico Hans Hass, conocido como el Cousteau austríaco pues filmó el primer documental submarino en 1939.

Sin embargo, el Xarifa cambió su objetivo científico por otros intereses más terrenales cuando fue adquirido por el multimillonario italiano Carlo Traglio y fijó en Mónaco su puerto base. Bajo su propiedad y en los años 60 y 70, la goleta se convirtió en escenario de fiestas de la alta sociedad e incluso apareció como una protagonista más en la película ‘El Marinero de Gibraltar’ de 1967, junto a Orson Welles, Vanessa Redgrave y Jeanne Moreau.